Cita

¡San José: Llévanos al Padre! 14 5 (1)

“Padre en la obediencia” 5

“Todos estos acontecimientos muestran que José «ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente “ministro de la salvación”»[17]” (Carta Apostólica Patris corde, 3)

La obediencia de San José es grande en cuanto es por y para la persona y misión por la que Jesús vino al mundo y se hizo hombre.

La obediencia cristiana no son actos puntuales, al contrario, son parte de la llamada de Dios y dentro de su plan de salvación. La obediencia es escucha a la voz de Dios con la que él va tejiendo esa historia de salvación personal de cada uno de nosotros y del mundo entero.

¡Pasa a la @cción!

Vivamos nuestras responsabilidades cotidianas fuera de la rutina, dándoles el horizonte de que son actos de amor a Dios y los hermanos, es decir, obediencia a Dios Padre como la vivió San José.

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¡San José: Llévanos al Padre! 13 5 (4)

«Padre en la obediencia» 4

José, en su papel de cabeza de familia, enseñó a Jesús a ser sumiso a sus padres, según el mandamiento de Dios (cf. Ex 20,12).

En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario (cf. Jn 4,34). Incluso en el momento más difícil de su vida, que fue en Getsemaní, prefirió hacer la voluntad del Padre y no la suya propia[16] y se hizo «obediente hasta la muerte […] de cruz» (Flp 2,8). Por ello, el autor de la Carta a los Hebreos concluye que Jesús «aprendió sufriendo a obedecer» (5,8).

(Carta Apostólica Patris corde, 3)

Con San José aprendemos que no hay mejor manera de educar que el ejemplo. José vivió diariamente en esa obediencia activa a Dios. Jesús aprendió a obedecer a Dios, obedeciendo a José y a María.

Sagrada Familia Claudio Coello – Museo de Bellas Artes Budapest

¡Pasa a la @cción!

De María y José aprendamos que la mejor manera de educar y de influir positivamente en el crecimiento personal y espiritual de los demás, es el ejemplo y el testimonio de vida.

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Oración de la mañana… 5 (4)

Tomado del Himno de la Liturgia de Horas de hoy 17/01/2022

Esperamos que te ayude esta súplica para la oración de hoy…

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¡San José: Llévanos al Padre! 13 5 (4)

«Padre en la obediencia» 4

«El evangelista Lucas, por su parte, relató que José afrontó el largo e incómodo viaje de Nazaret a Belén, según la ley del censo del emperador César Augusto, para empadronarse en su ciudad de origen. Y fue precisamente en esta circunstancia que Jesús nació y fue asentado en el censo del Imperio, como todos los demás niños (cf. Lc 2,1-7).

San Lucas, en particular, se preocupó de resaltar que los padres de Jesús observaban todas las prescripciones de la ley: los ritos de la circuncisión de Jesús, de la purificación de María después del parto, de la presentación del primogénito a Dios (cf. 2,21-24)[15].

En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “fiat”, como María en la Anunciación y Jesús en Getsemaní». (Carta Apostólica Patris corde, 3)

Icono de la Sagrada Familia. Francisco Arguello

Continuamos contemplando a San José viviendo su paternidad hacía Jesús en una obediencia a las tradiciones de su pueblo, las leyes y las circunstancias de la vida cotidiana.

La obediencia en San José nos habla de una persona centrada y atenta al momento presente de cada día, guiado por el amor, la responsabilidad y la voz de Dios. Es el hombre de la acción en el aquí y el ahora que le iba indicando la vida.

¡Pasa a la acción!

Ejercitemos la actitud de poner en práctica, en el acto, lo que la vida nos va pidiendo. No lo dejes para otro momento, no digas: «ya lo haré. Lo haré mañana… en otro momento…»

¡Levántate y hazlo!

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¡San José: Llévanos al Padre! 12 5 (4)

«Padre en la obediencia» 3

«En Egipto, José esperó con confianza y paciencia el aviso prometido por el ángel para regresar a su país. Y cuando en un tercer sueño el mensajero divino, después de haberle informado que los que intentaban matar al niño habían muerto, le ordenó que se levantara, que tomase consigo al niño y a su madre y que volviera a la tierra de Israel (cf. Mt 2,19-20), él una vez más obedeció sin vacilar: «Se levantó, tomó al niño y a su madre y entró en la tierra de Israel» (Mt 2,21).

Pero durante el viaje de regreso, «al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, avisado en sueños —y es la cuarta vez que sucedió—, se retiró a la región de Galilea y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret» (Mt 2,22-23)» (Carta Apostólica Patris corde, 3)

La Huida a Egipto

Os proponemos escuchar estos dos episodios del Podcast Redemptoris Custos que nos pueden ayudar a profundizar más en este tema.

Episodio 6. Redemptoris custos 16/12/19

El primado de la vida interior

Episodio 12. Redemptoris custos 09/03/20

La obediencia en San José

¡Ponte en camino!

Se necesita una profunda claridad en el alma para saber cuál es la mejor decisión a tomar para el bien de las personas que amamos. Por eso San José nos puede ayudar a ser esas personas de oración, atentos a la voz de Dios en nuestra conciencia, en su palabra y en las circunstancias de la vida.

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¡San José: Llévanos al Padre! 11 5 (9)

«Padre en la obediencia» 2

«En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2,13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar: «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, donde estuvo hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15)» – Papa Francisco, Carta Apostólica Patris corde, 3.

El sueño de san José
GIORDANO, LUCA
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

El amor nos hace obedientes y valientes frente a las necesidades de las personas que amamos y que están bajo nuestro cuidado y responsabilidad. El amor saca lo mejor de nosotros, incluso talentos y capacidades ocultas que afloran cuando se trata de procurar lo mejor para nuestros seres queridos.

Aprendamos en la Escuela de San José los caminos de la obediencia que actúa por el amor, que nos pone en camino más allá de nuestros sentimientos y miedos.

¡Ponte en camino!

Vivamos la obediencia como un acto de amor a Dios y los demás, que nos engrandece. De esta manera la obediencia por amor nos hace más libres y auténticos a los ojos de Dios y de los demás.