Celebramos un año más la Fiesta de la Asunción de la Virgen María al cielo en cuerpo y alma. Esta vez en medio del Año Jubilar de la Misericordia…
Es un día grande para nosotros porque después de su peregrinar por este mundo fue llevada junto a Dios aquella que fue su Madre en la tierra… Hoy se cumple en ella lo que para nosotros sigue siendo una promesa en virtud de la Resurrección de Cristo su hijo.
En el cielo están de Fiesta al recordar la llegada de María… «¡Te Esperábamos!», debió ser el saludo de bienvenida que escucharía la Virgen de parte de Dios Padre, de Jesucristo, el Espíritu Santo, y como no, del que aquí en la tierra fuera su Esposo y Compañero de Camino: San José.
Os invito a contemplar la Alegría en el corazón y la sonrisa en el rostro de Nuestro Dios: Al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y la Alegría de San José al ver llegar junto a ellos a María…
Contemplemos su Gozo, pues para esto es nuestra salvación, para que un día, como María lleguemos a estar junto a Dios en Comunión y Misericordia Eternas y escuchemos como ella, de parte del mismo Señor de la Vida y de San José y de todos los santos: «¡Te Esperábamos!».
Feliz día y semana para todos…