«Padre y Esposo amado…»
(Carta Apostólica Patris Corde, Papa Francisco)
San José se enamoró de María y ese amor mutuo les llevó a desposarse. Dios Padre queriendo la salvación de toda la humanidad les propuso a los dos, cada uno a su manera, hacer de su amor esponsal, el lugar, el ambiente, el hogar en que su Hijo Amado Jesús pudiera nacer, crecer y prepararse para llevar a cabo su misión redentora.
La grandeza de San José está en su sí a los planes de Dios para con la humanidad, con María y con su matrimonio con ella y el nacimiento de Jesús. San José con su sí a Dios Padre, eleva su amor a María, a un amor de cuidado y encargo de parte de Dios de amar, proteger y promocionar a Jesús y a su esposa, al mismo tiempo que él tendría la suerte y el privilegio de ser amado por ellos, aprender de ellos convirtiendo su familia en la Casa y Escuela de la Comunión.
San José asume con toda humildad y valentía, expresar el amor de Dios Padre a Jesús y María.
Jesús, desde su más tierna infancia recibió todo el cariño, amor y protección de San José; sintió cada día su amor de padre hacía él. Jesús, como todo hijo, forjó su carácter y actitud ante la vida, del amor y ejemplo cotidiano de su madre María y de San José.
No tengamos reparo en acudir a San José y pedirle que nos lleve al Padre, es decir, que nos ayudé a experimentar el amor de Dios por nuestra vida para que nuestra fe no se quede en ideas, tradiciones y se convierta en una relación de amor como la vivió él junto a Jesús y María.
Evangelio para Meditar:
«…el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»
(Mateo 1, 20-21)
Anton Raphael Mengs -El sueño de San José
¡Ponte en camino!
Si has leído esta meditación puede ser que estés en búsqueda, en camino o en discernimiento del sentido de tu vida. Discierne junto al Espíritu Santo y San José esas acciones concretas para que vivas como un hijo amado de Dios Padre.
Al final de cada meditación puedes compartir o comentar lo que te ha parecido. también puedes pedir oración por tus necesidades o las de ser querido, que con mucho gusto oraremos por ellas.