Vuelven a la mente las palabras cargadas de significado que san Juan XXIII pronunció en la apertura del Concilio para indicar el camino a seguir: « En nuestro tiempo, la Esposa de Cristo (La Iglesia) prefiere usar la medicina de la misericordia y no empuñar las armas de la severidad … La Iglesia Católica, al elevar por medio de este Concilio Ecuménico la antorcha de la verdad católica, quiere mostrarse madre amable de todos, benigna, paciente, llena de misericordia y de bondad para con los hijos separados de ella…»
«El Espíritu Santo que conduce los pasos de los creyentes para que cooperen en la obra de salvación realizada por Cristo, sea guía y apoyo del Pueblo de Dios para ayudarlo a contemplar el rostro de la misericordia » (Misericoridiae Vultus, 4)
Carta de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia: Misericordiae Vultus por si quieres leerla toda.
Que en esta Cuaresma nos pongamos en manos de Dios como en las manos del alfarero para que modele en nosotros un corazón y un espíritu nuevo… y seamos para el mundo personas con un espíritu de Comunión y Misericordia…