Cita

¡San José: Llévanos al Padre! 15 5 (4)

“Padre en la acogida”

“José acogió a María sin poner condiciones previas. Confió en las palabras del ángel. «La nobleza de su corazón le hace supeditar a la caridad lo aprendido por ley; y hoy, en este mundo donde la violencia psicológica, verbal y física sobre la mujer es patente, José se presenta como figura de varón respetuoso, delicado que, aun no teniendo toda la información, se decide por la fama, dignidad y vida de María. Y, en su duda de cómo hacer lo mejor, Dios lo ayudó a optar iluminando su juicio» [18]” (Carta Apostólica Patris corde, 4)

Al acoger a María, José está acogiendo también a Jesús. Contemplemos la grandeza del corazón de José que sin comprender todo el misterio de la maternidad de María, la acoge en su corazón con la ayuda de Dios por medio del mensaje que le transmitió el ángel en sus sueños.

Bartolomé Esteban MURILLO: Sagrada Familia (hacia 1665, Museo de San Petersburgo)

¡Pasa a la @cción!

Demos el paso de acoger a las personas que amamos, como dadas por Dios para que las cuidemos y acompañemos. Él confía en que como San José les amamos y les ayudemos a crecer cada día.

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Oración de la mañana… 5 (4)

Tomado del Himno de la Liturgia de Horas de hoy 17/01/2022

Esperamos que te ayude esta súplica para la oración de hoy…

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¡San José: Llévanos al Padre! 13 5 (4)

«Padre en la obediencia» 4

«El evangelista Lucas, por su parte, relató que José afrontó el largo e incómodo viaje de Nazaret a Belén, según la ley del censo del emperador César Augusto, para empadronarse en su ciudad de origen. Y fue precisamente en esta circunstancia que Jesús nació y fue asentado en el censo del Imperio, como todos los demás niños (cf. Lc 2,1-7).

San Lucas, en particular, se preocupó de resaltar que los padres de Jesús observaban todas las prescripciones de la ley: los ritos de la circuncisión de Jesús, de la purificación de María después del parto, de la presentación del primogénito a Dios (cf. 2,21-24)[15].

En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su “fiat”, como María en la Anunciación y Jesús en Getsemaní». (Carta Apostólica Patris corde, 3)

Icono de la Sagrada Familia. Francisco Arguello

Continuamos contemplando a San José viviendo su paternidad hacía Jesús en una obediencia a las tradiciones de su pueblo, las leyes y las circunstancias de la vida cotidiana.

La obediencia en San José nos habla de una persona centrada y atenta al momento presente de cada día, guiado por el amor, la responsabilidad y la voz de Dios. Es el hombre de la acción en el aquí y el ahora que le iba indicando la vida.

¡Pasa a la acción!

Ejercitemos la actitud de poner en práctica, en el acto, lo que la vida nos va pidiendo. No lo dejes para otro momento, no digas: «ya lo haré. Lo haré mañana… en otro momento…»

¡Levántate y hazlo!

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¡San José: Llévanos al Padre! 12 5 (4)

«Padre en la obediencia» 3

«En Egipto, José esperó con confianza y paciencia el aviso prometido por el ángel para regresar a su país. Y cuando en un tercer sueño el mensajero divino, después de haberle informado que los que intentaban matar al niño habían muerto, le ordenó que se levantara, que tomase consigo al niño y a su madre y que volviera a la tierra de Israel (cf. Mt 2,19-20), él una vez más obedeció sin vacilar: «Se levantó, tomó al niño y a su madre y entró en la tierra de Israel» (Mt 2,21).

Pero durante el viaje de regreso, «al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí y, avisado en sueños —y es la cuarta vez que sucedió—, se retiró a la región de Galilea y se fue a vivir a un pueblo llamado Nazaret» (Mt 2,22-23)» (Carta Apostólica Patris corde, 3)

La Huida a Egipto

Os proponemos escuchar estos dos episodios del Podcast Redemptoris Custos que nos pueden ayudar a profundizar más en este tema.

Episodio 6. Redemptoris custos 16/12/19

El primado de la vida interior

Episodio 12. Redemptoris custos 09/03/20

La obediencia en San José

¡Ponte en camino!

Se necesita una profunda claridad en el alma para saber cuál es la mejor decisión a tomar para el bien de las personas que amamos. Por eso San José nos puede ayudar a ser esas personas de oración, atentos a la voz de Dios en nuestra conciencia, en su palabra y en las circunstancias de la vida.

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¡San José: Llévanos al Padre! 11 5 (9)

«Padre en la obediencia» 2

«En el segundo sueño el ángel ordenó a José: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta que te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo» (Mt 2,13). José no dudó en obedecer, sin cuestionarse acerca de las dificultades que podía encontrar: «Se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, donde estuvo hasta la muerte de Herodes» (Mt 2,14-15)» – Papa Francisco, Carta Apostólica Patris corde, 3.

El sueño de san José
GIORDANO, LUCA
Copyright de la imagen ©Museo Nacional del Prado

El amor nos hace obedientes y valientes frente a las necesidades de las personas que amamos y que están bajo nuestro cuidado y responsabilidad. El amor saca lo mejor de nosotros, incluso talentos y capacidades ocultas que afloran cuando se trata de procurar lo mejor para nuestros seres queridos.

Aprendamos en la Escuela de San José los caminos de la obediencia que actúa por el amor, que nos pone en camino más allá de nuestros sentimientos y miedos.

¡Ponte en camino!

Vivamos la obediencia como un acto de amor a Dios y los demás, que nos engrandece. De esta manera la obediencia por amor nos hace más libres y auténticos a los ojos de Dios y de los demás.

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¡San José: Llévanos al Padre! 10 5 (6)

«Padre en la obediencia»

«Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24)

«Así como Dios hizo con María cuando le manifestó su plan de salvación, también a José le reveló sus designios y lo hizo a través de sueños que, en la Biblia, como en todos los pueblos antiguos, eran considerados uno de los medios por los que Dios manifestaba su voluntad[13].

José estaba muy angustiado por el embarazo incomprensible de María; no quería «denunciarla públicamente»[14], pero decidió «romper su compromiso en secreto» (Mt 1,19). En el primer sueño el ángel lo ayudó a resolver su grave dilema: «No temas aceptar a María, tu mujer, porque lo engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,20-21). Su respuesta fue inmediata: «Cuando José despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había mandado» (Mt 1,24). Con la obediencia superó su drama y salvó a María». (Papa Francisco, Carta Apostólica Patris corde, 3)

Anton Raphael Mengs – El sueño de San José

Es verdad que en los Evangelios y el Nuevo Testamento San José no dice ni una palabra. Y esto es precisamente lo que le hace grande, porque sus palabras son los hechos, sus acciones. Su obediencia pronta a la voluntad de Dios, a sus proyectos.

¡Pasa a la acción!

Dios le hablaba a San José en sus sueños. Y San José hacía realidad esos sueños porque se ponía pronto en camino, pasaba rápido a la acción. Descubramos como Dios nos habla en nuestros sueños, en nuestros proyectos e ideales y no dejemos que el miedo nos paralice. ¡Ponte en camino aunque creas que no es el momento o la circunstancia perfecta, aunque creas o sientas que no estás preparado o que no eres digno!, simplemente da el primer paso y después el siguiente y así siendo fieles en lo poco y en lo pequeño llegaremos a hacer cosas grandes.