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¡San José: Llévanos al Padre! 9 5 (4)

“Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”.

(Lucas 3, 22)

Hoy celebramos la Fiesta del Bautismo del Señor. En ella Jesús escuchó la voz del Padre que le decía:“Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”. (Lucas 3, 22)

Jesús a lo largo de su infancia escucho repetidas veces de parte de San José y María. «Hijo» y sentía la profundidad de esa palabra dicha desde el fondo del corazón de las dos personas que más lo amaban en este mundo. El día que fue bautizado por Juan en el río Jordán escuchó las mismas palabras de parte de Dios a la vez que era abrazado por el Espíritu Santo.

Cuando Jesús escuchaba de José y María la palabra hijo amado, él sentía en esas palabras el eco de la voz del Padre Celestial y el abrazo en el alma del Espíritu Santo.

Bautismo de Cristo, de Goya. Colección Conde de Orgaz, Madrid, España

¡Pasa a la acción!

Renovemos hoy, en un rato de oración a solas y escuchemos la voz del Padre celestial que nos dice: «Tú eres mi hijo amado…» y sentir al mismo tiempo que somos abrazados por el Espíritu Santo.

Os proponemos orar escuchando esta canción del Verbum Dei, titulada «Hijo»:

Canción: «Hijo» del álbum «Tú amor en ellos» ℗ 2017 Luis Alfonso Zamorano

Si te están ayudando estas reflexiones, puedes hacer click en el titulo de la entrada y al final puedes puntuarla del 1 al 5 o escribir un comentario, que seguro ayudará a muchos que se pasan por el Blog.

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¡San José: Llévanos al Padre! 8 5 (3)

«Padre en la ternura» 2

«…Dios de ternura, que es bueno para todos y «su ternura alcanza a todas las criaturas» (Sal 145,9)».

Contiuamos con la reflexión que hace el papa Francisco acerca de San José como Padre en la ternura:

«En la sinagoga, durante la oración de los Salmos, José ciertamente habrá oído el eco de que el Dios de Israel es un Dios de ternura, que es bueno para todos y «su ternura alcanza a todas las criaturas» (Sal 145,9).

La historia de la salvación se cumple creyendo «contra toda esperanza» (Rm 4,18) a través de nuestras debilidades. Muchas veces pensamos que Dios se basa sólo en la parte buena y vencedora de nosotros, cuando en realidad la mayoría de sus designios se realizan a través y a pesar de nuestra debilidad. Esto es lo que hace que san Pablo diga: «Para que no me engría tengo una espina clavada en el cuerpo, un emisario de Satanás que me golpea para que no me engría. Tres veces le he pedido al Señor que la aparte de mí, y él me ha dicho: “¡Te basta mi gracia!, porque mi poder se manifiesta plenamente en la debilidad”» (2 Co 12,7-9).

Si esta es la perspectiva de la economía de la salvación, debemos aprender a aceptar nuestra debilidad con intensa ternura». (Papa Francisco, Carta Apost. Patris corde, 2)

San José y el niño JesúsMurillo 

La ternura de Dios que San José descubrió en la Sagrada Escritura es la de un padre que no se escandaliza de la debilidad de sus hijos, por el contrario, se enternece y se inclina hacia ellos y les abraza, les cura y les enseña a caminar. Esta ternura es la que precede y acompaña al amor misericordioso de Dios por cada mujer y hombre que viene a este mundo.

Como San Pablo, sentimos con mucha fuerza nuestra debilidad y la rechazamos, ya que el mundo en que vivimos, que valora tanto la imagen y apariencia, la debilidad es de los perdedores. Cuando la realidad, es que nuestra condición humana es de por sí pobre y débil. La ternura de Dios por cada uno de nosotros, nos ayuda a aceptar que aunque somos débiles, somos amados y aceptados… y que con nuestra debilidad y a pesar de esa de ella podemos ser y hacer cosas grandes: Amar a muchos, amar siempre y amar hasta que nos duela por la felicidad de los demás, por su crecimiento y éxito como personas.

¡Pasa a la acción!

Que San José nos enseñe a descubrir esa ternura de Dios por nosotros y por la humanidad cada vez que leemos y escuchamos la lectura de la Palabra de Dios

San José consuela al Niño Jesús que llora. Imagen de internet.

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¡San Jose: Llévanos al Padre! 7 5 (5)

«Padre en la ternura»

«Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen» (Sal 103,13).

Si nos ponemos en la piel de San José, nos podemos dar cuenta que existencial, afectiva y efectivamente asumía ser el padre de Jesús. José esta llamado a expresar el amor de Dios Padre, su ternura y compasión a Jesús y María.

Como nos dice el papa Francisco en la Carta Patris Corde (Con corazón de padre…):

José vio a Jesús progresar día tras día «en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres» (Lc 2,52). Como hizo el Señor con Israel, así él “le enseñó a caminar, y lo tomaba en sus brazos: era para él como el padre que alza a un niño hasta sus mejillas, y se inclina hacia él para darle de comer” (cf. Os 11,3-4).

Jesús vio la ternura de Dios en José: «Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por quienes lo temen» (Sal 103,13).

San José bebía a diario de la fuente de la ternura del amor de Dios por su vida, en la oración y en su día a día con Jesús y María, cuidando de ellos y recibiendo a su vez todo el amor y ternura de su hijo y de sus esposa.

Detalle del cuadro Adoración de los pastores de Fray Juan Bautista Maíno (1612-1614) Madrid. Museo del Prado

¡Pasemos a la acción!

Pidamos al Espíritu Santo: Que de la mano de San José sintamos la ternura de Dios Padre en nuestra vida, para que nuestra vida y nuestra fe estén cimentadas y ancladas sobre roca firme (ver Mateo 6, 24-27). Y, por otro lado, ser nosotros expresión de la ternura de Dios para los demás, en los pequeños detalles del día a día.

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¡San José: Llévanos al Padre! 3 5 (7)

«Padre y Esposo amado…»

(Carta Apostólica Patris Corde, Papa Francisco)

San José se enamoró de María y ese amor mutuo les llevó a desposarse. Dios Padre queriendo la salvación de toda la humanidad les propuso a los dos, cada uno a su manera, hacer de su amor esponsal, el lugar, el ambiente, el hogar en que su Hijo Amado Jesús pudiera nacer, crecer y prepararse para llevar a cabo su misión redentora.

La grandeza de San José está en su sí a los planes de Dios para con la humanidad, con María y con su matrimonio con ella y el nacimiento de Jesús. San José con su sí a Dios Padre, eleva su amor a María, a un amor de cuidado y encargo de parte de Dios de amar, proteger y promocionar a Jesús y a su esposa, al mismo tiempo que él tendría la suerte y el privilegio de ser amado por ellos, aprender de ellos convirtiendo su familia en la Casa y Escuela de la Comunión.

San José asume con toda humildad y valentía, expresar el amor de Dios Padre a Jesús y María.

Jesús, desde su más tierna infancia recibió todo el cariño, amor y protección de San José; sintió cada día su amor de padre hacía él. Jesús, como todo hijo, forjó su carácter y actitud ante la vida, del amor y ejemplo cotidiano de su madre María y de San José.

No tengamos reparo en acudir a San José y pedirle que nos lleve al Padre, es decir, que nos ayudé a experimentar el amor de Dios por nuestra vida para que nuestra fe no se quede en ideas, tradiciones y se convierta en una relación de amor como la vivió él junto a Jesús y María.

Evangelio para Meditar:

«…el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»

(Mateo 1, 20-21)

Anton Raphael Mengs -El sueño de San José

¡Ponte en camino!

Si has leído esta meditación puede ser que estés en búsqueda, en camino o en discernimiento del sentido de tu vida. Discierne junto al Espíritu Santo y San José esas acciones concretas para que vivas como un hijo amado de Dios Padre.

Al final de cada meditación puedes compartir o comentar lo que te ha parecido. también puedes pedir oración por tus necesidades o las de ser querido, que con mucho gusto oraremos por ellas.

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¡San José: Llévanos al Padre! 2 5 (8)

«Creo en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra…»

(Del Credo de la Iglesia Católica)
«La creación de Adán, pintado por Miguel Ángel en la Capilla Sixtina del Vaticano»

Cada domingo en la Eucaristía proclamamos que creemos en Dios. Y no tanto que existe, como que tiene un rostro concreto: El rostro de Padre, el que crea y sostiene la vida del ser humano y del universo «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy» (Salmo 2, 7).

San José, como buen judío y creyente participa de esta fe en Dios como Padre, no tanto en como una idea, sino como una experiencia afectiva y efectiva de vida. Y como nos dijo el Papa Francisco en su Carta Patris Corde, con motivo del 150º Aniversario de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal: San José «Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21)»

San José, nuestra fe muchas veces la fundamos en ideas sin la base solida y estable de la experiencia afectiva y emocional. Ayúdanos a sentirnos hijos amados de Dios. Enséñanos como enseñaste a Jesús en su infancia que Dios es un padre bueno y misericordioso que nos cuida, nos protege y espera la mejor de nosotros porque cree en nosotros.

Os proponemos orar con la canción: «¿Cómo puede ser?» del Album Homenaje a San José.

La Sagrada Familia unidos en el Amor de Dios.
(Imagen tomada de internet)

¡Qué no vivamos como huérfanos, pues somos hijos de Dios!

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¡San José: Llévanos al Padre! 1 5 (4)

«Quien no hallare maestro que le enseñe a orar,

tome a este glorioso Santo (San José) por maestro y no errará el camino«

(Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida 6, 8)

«Con corazón de padre: así José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José»» (Carta Apostólica Patris corde, del Papa Francisco, 8 de diciembre de 2020)

El Concilio Vaticano II, no recordó acerca de Jesús, que «El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejantes en todo a nosotros, excepto en el pecado.» (Const. Pastoral Gaudium et spes 22), y al ser el hijo de José, aprendió afectiva y efectivamente de él lo que es el amor de un padre por su hijo y el amor de un esposo por su esposa, al contemplar a diario el amor de José por María.

San José, es sin lugar a dudas la sombra del amor de Dios Padre, como le llamó Jan Dobraczynskiv en su libro «La sombra del Padre. Historia de José de Nazaret». Por este motivo en Amigos de San José queremos empezar el año 2022 pidiéndole a San José que nos lleve al Padre.

Así como Jesús aprendió de San José lo que es el amor de un padre por su hijo, así, él nos puede enseñar el amor de Dios Padre por nuestras vidas.

San José, es el hombre de mayor confianza de Dios Padre, al confiarle el cuidado de la Virgen María y de su Hijo Jesucristo, sus dos grandes tesoros. Está es la autoridad con la que San José nos puede enseñar el amor de Dios Padre y llevarnos de la mano a su encuentro.

Por eso tantos Santos y personas anónimas a lo largo de la historia, al descubrir la grandeza de San José no han dudado en acogerse bajo su protección y guía.

Te invitamos a acompañarnos durante este mes de enero de 2022 de la mano de San José a descubrir o redescubrir el amor de Dios Padre por nuestras vidas, pues somos sus hijos amados en Jesús:

«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es»

(1 Jn 3, 1-2).

San José cuidando al niño Jesús mientras la Virgen María descansa. Imagen tomada de internet.

Puntuación: 5 de 5.

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Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José – Año del Señor 2021 5 (1)

En la Iglesia celebramos un año más la Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Fiesta que nos recuerda que el Dios en quien creemos es Amor-Unidad y Familia.

Hoy es la oportunidad de agradecer a Dios por nuestra familia. Sí, agradecer por ella y por cada uno de sus miembros. Es verdad que ninguna familia es perfecta y podemos guardar en nuestro corazón algunas heridas y sufrimientos y nos encontremos alejados y reneguemos de ella.

Con la Fiesta de hoy el Señor nos invita a celebrar el Don de la Familia aunque no la hayamos tenido, porque siempre tendremos la posibilidad de crear una nueva familia en torno al amor y la amistad. La familia va más allá de los vínculos de la carne y la sangre.

Desde Amigos de San José os invitamos a agradecer el don de nuestras familias, reconciliarnos con ella y aprender de Jesús, María y José a ser semillas de unidad y convivencia con los que nos rodean. ¡Feliz Navidad!

CUADRO -LA SAGRADA FAMILIA DEL PAJARITO-, BARTOLOME ESTEBAN MURILLO

Os proponemos estos enlaces que nos pueden ayudar a orar y celebrar la Fiesta de la Sagrada Familia:

  1. Ángelus del 26 de diciembre de 2021 Papa Francisco

2. Podcast Redemptoris Custos: La Sagrada Familia, en Radio María España.

3. San José. Reflexión en el Canal Comunión del Alma de Lili Cifuentes L. Todos los derechos reservados.

4. Rezando voy: Oración 26 de diciembre – La Sagrada Familia

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¡María, llévanos a José! 6. 0 (0)

¡Tú, Señor, eres mi escudo y mi fuerza!

Hemos comentado en varias ocaciones que la vida y misión de María y José como padres de Jesús fue un camino lleno de dificultades y si nos ponemos en su lugar podemos sentir que en muchos momentos vivieron en mucha tensión espiritual y material.

Podemos decir que el secreto de sus vidas es que su fuerza y energía es el Señor, no sus fuerzas, no su talento, no sus capacidades.

Para la meditación de hoy os proponemos:

  1. ¡María, llévanos a José! 6.
  2. Podcast Redemptoris Custos: 10 de febrero de 2020: Orando con los Dolores y Gozos de San José.
  3. Dolores y Gozos de San José en Youtube.
  4. Misa en Casa Santa Marta, Papa Francisco.
  5. Lecturas de la misa de hoy 06.05.2020.

San_José_con_el_Niño_Jesús Vicente Berdiusán