Abraham, reconoció al Señor en esas tres personas que pasaban delante de su casa y les ofreció descansar y comer con él… Su generosidad y gratuidad le mereció la Bendición de la Fecundidad para su esposa Sara, anciana y estéril…
San José, enséñanos a a vivir el gozo de la Acogida del otro en gratuidad, sin esperar nada a cambio…