Cita

Testigo ocular del nacimiento de Dios… 0 (0)

«Como depositarios del misterio «escondido desde siglos en Dios» y que empieza a realizarse ante sus ojos «en la plenitud de los tiempos», José es con María, en la noche de Belén, testigo privilegiado de la venida del Hijo de Dios al mundo. Así lo narra Lucas: «Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lucas 2, 6-7).

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Estrella en el lugar donde nació Jesús en Belén. Foto de Carlos Tulio Alzate

José fue testigo ocular de este nacimiento, acaecido en condiciones humanamente humillantes, primer anuncio de aquel «anonadamiento» (Filipenses 2, 5-8), al que Cristo libremente consintió para redimir los pecados. Al mismo tiempo José fue testigo de la adoración de los pastores, llegados al lugar del nacimiento de Jesús después de que el ángel les había traído esta grande y gozosa nueva (cf. Lucas 2, 15-16); más tarde fue también testigo de la adoración de los Magos, venidos de Oriente (cf. Mateo 2, 11)»

(REDEMPTORIS CUSTOS, 10)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

Vídeo

«Séptimo Dolor y Gozo de San José» 0 (0)

https://youtu.be/UraugtzWj6U

Oración de todos los días

¡Oh amabilísimo Patriarca, Señor San José! Desde el abismo de mi pequeñez, dolor y ansiedad, os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro solio del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, gozo y amor de tus devotos ante el trono de Dios, de tu Jesús y de tu santa Esposa.

Por eso yo, pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mí y para mis seres queridos.

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Dolores y Gozos de San José, Santuario de Torreciudad, azulejos de Palmira Laguéns

1. Séptimo Dolor:

      “La perdida del Niño Jesús…»20. SEPTIMO DOLOR.jpg

«Le estuvieron buscando entre los parientes y conocidos, y al no hallarle, volvieron a Jerusalén en su busca» (Lucas 2, 44-45)

– Cuánto dolor San José, al enterarte con María que Jesús no iba con la familia de vuelta a casa en Nazaret y le habíais perdido en el camino.

– Conoces el dolor de los de los padres y madres que pierden a sus hijos o que no saben orientarlos en el camino de su vida y vocación.

2. Séptimo Gozo:

 “El hallazgo de Jesús en el Templo de Jerusalén

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«Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas» (Lucas 2,46)

– Te alegras con aquellos padres y madres que con mucha paciencia y amor saben acompañar a sus hijos en la búsqueda de su camino y vocación en la vida.

– Te alegras al ver en cada niño y joven que encuentra su vocación, al mismo Jesús cuando en el Templo os mostró su camino como enviado de Dios Padre para salvar al mundo.

3. Presenta tu acción de gracias y súplica a San José: Con tus palabras agradece a Dios y pídele por medio de San José por tus necesidades.

4. Reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

Cita

Tu nombre inscrito en el Libro de la Vida… 0 (0)

«Dirigiéndose a Belén para el censo, de acuerdo con las disposiciones emanadas por la autoridad legítima, José, respecto al niño, cumplió la tarea importante y significativa de inscribir oficialmente el nombre «Jesús, hijo de José de Nazaret» (cf. Jn 1, 45) en el registro del Imperio. Esta inscripción manifiesta de modo evidente la pertenencia de Jesús al género humano, hombre entre los hombres, ciudadano de este mundo, sujeto a las leyes e instituciones civiles, pero también «salvador del mundo».

San José (Vicente López)Orígenes, describe acertadamente el significado teológico inherente a este hecho histórico, ciertamente nada marginal: «Dado que el primer censo de toda la tierra acaeció bajo César Augusto y, como todos los demás, también José se hizo registrar junto con María su esposa, que estaba encinta, Jesús nació antes de que el censo se hubiera llevado a cabo; a quien considere esto con profunda atención, le parecerá ver una especie de misterio en el hecho de que en la declaración de toda la tierra debiera ser censado Cristo. De este modo, registrado con todos, podía santificar a todos; inscrito en el censo con toda la tierra, a la tierra ofrecía la comunión consigo; y después de esta declaración escribía a todos los hombres de la tierra en el libro de los vivos, de modo que cuantos hubieran creído en él, fueran luego registrados en el cielo con los Santos de Aquel a quien se debe la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén»[28]»  (REDEMPTORIS CUSTOS, 9)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

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Cuidaste a Jesús con amor de padre… 0 (0)

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Imagen tomada de internet

«San José ha sido llamado por Dios para servir directamente a la persona y a la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad; de este modo él coopera en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la redención y es verdaderamente «ministro de la salvación»[21]

«Dios le ha puesto al cuidado de su familia, como siervo fiel y prudente, para que custodiara como padre a su Hijo unigénito»[24]

José tuvo hacia Jesús «por don especial del cielo, todo aquel amor natural, toda aquella afectuosa solicitud que el corazón de un padre pueda conocer»[26].

Con la potestad paterna sobre Jesús, Dios ha otorgado también a José el amor correspondiente, aquel amor que tiene su fuente en el Padre, «de quien toma nombre toda familia en el cielo y en la tierra» (Ef 3, 15).

José es aquel que Dios ha elegido para ser «el coordinador del nacimiento del Señor»[27], aquél que tiene el encargo de proveer a la inserción «ordenada» del Hijo de Dios en el mundo, en el respeto de las disposiciones divinas y de las leyes humanas. Toda la vida, tanto «privada» como «escondida» de Jesús ha sido confiada a su custodia.» (REDEMPTORIS CUSTOS, 8)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

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Nos salvaste desde tu familia… 0 (0)

S.Familia Vaticano Capilla R. Mater
Imagen tomada de internet

«El hijo de María es también hijo de José en virtud del vínculo matrimonial que les une: «A raíz de aquel matrimonio fiel ambos merecieron ser llamados padres de Cristo; no sólo aquella madre, sino también aquel padre, del mismo modo que era esposo de su madre…

En el momento culminante de la historia de la salvación, cuando Dios revela su amor a la humanidad mediante el don del Verbo, es precisamente el matrimonio de María y José el que realiza en plena «libertad» el «don esponsal de sí» al acoger y expresar tal amor[16]

Y he aquí que en el umbral del Nuevo Testamento, como ya al comienzo del Antiguo, hay una pareja. Pero, mientras la de Adán y Eva había sido fuente del mal que ha inundado al mundo, la de José y María constituye el vértice, por medio del cual la santidad se esparce por toda la tierra...

¡Cuántas enseñanzas se derivan de todo esto para la familia! Porque «la esencia y el cometido de la familia son definidos en última instancia por el amor» y «la familia recibe la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo Señor por la Iglesia su esposa»[18]; es en la sagrada Familia, en esta originaria «iglesia doméstica»[19], donde todas las familias cristianas deben mirarse. En efecto, «por un misterioso designio de Dios, en ella vivió escondido largos años el Hijo de Dios: es pues el prototipo y ejemplo de todas las familias cristianas»[20]» (REDEMPTORIS CUSTOS, 7)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

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¡Tú, eres mi padre…! 0 (0)

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Imagen tomada del Facebook, San José, Centro Josefino Español

«Como se deduce de los textos evangélicos, el matrimonio con María es el fundamento jurídico de la paternidad de José. Es para asegurar la protección paterna a Jesús por lo que Dios elige a José como esposo de María. Se sigue de esto que la paternidad de José —una relación que lo sitúa lo más cerca posible de Jesús, término de toda elección y predestinación (cf. Rom 8, 28 s.)— pasa a través del matrimonio con María, es decir, a través de la familia…

Y también para la Iglesia, si es importante profesar la concepción virginal de Jesús, no lo es menos defender el matrimonio de María con José, porque jurídicamente depende de este matrimonio la paternidad de José.

La Escritura sabe que Jesús no ha nacido de la semilla de José, porque a él, preocupado por el origen de la gravidez de ella, se le ha dicho: es obra del Espíritu Santo. Y, no obstante, no se le quita la autoridad paterna, visto que se le ordena poner el nombre al niño. Finalmente, aun la misma Virgen María, plenamente consciente de no haber concebido a Cristo por medio de la unión conyugal con él, le llama sin embargo padre de Cristo»[12].» (REDEMPTORIS CUSTOS, 7)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

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Tu camino concluyó antes… 0 (0)

14. QUINTO DOLOR
Dolores y Gozos de San José, Santuario Torreciudad

«La vía propia de José, su peregrinación de la fe, se concluirá antes, … Sin embargo, la vía de la fe de José sigue la misma dirección, queda totalmente determinada por el mismo misterio del que él junto con María se había convertido en el primer depositario.

La encarnación y la redención constituyen una unidad orgánica e indisoluble, donde el «plan de la revelación se realiza con palabras y gestos intrínsecamente conexos entre sí»[10]. Precisamente por esta unidad el Papa Juan XXIII, que tenía una gran devoción a san José, estableció que en el Canon romano de la Misa, memorial perpetuo de la redención, se incluyera su nombre junto al de María, y antes del de los Apóstoles, de los Sumos Pontífices y de los Mártires[11]» (REDEMPTORIS CUSTOS, 6)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA

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«Sexto Dolor y Gozo de San José» 0 (0)

Oración de todos los días

¡Oh amabilísimo Patriarca, Señor San José! Desde el abismo de mi pequeñez, dolor y ansiedad, os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro solio del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, gozo y amor de tus devotos ante el trono de Dios, de tu Jesús y de tu santa Esposa.

Por eso yo, pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mí y para mis seres queridos.

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Dolores y Gozos de San José, Santuario de Torreciudad

1. Sexto Dolor:

      “Enterarte que aún vivían en Judea los que atentaban contra la vida del niño Jesús…

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«El se levantó, tomó al niño y a su madre y regresó a la tierra de Israel. Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, temió ir allá» (Mateo 2, 21-22)

– Cuánto dolor San José, al enterarte que aún vivían los que querían la vida del Niño Jesús y tuviste que seguir huyendo.

– Conoces el dolor de los emigrantes que lo dejan todo atrás buscando una mejor situación para sus familias. Conoces sus miedos, inseguridades y soledad.

2. Sexto Gozo:

 “El gozo de vivir con Jesús y María en Nazaret…

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«Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los profetas: será llamado Nazareno» (Mateo 2,23)

– La vida cotidiana en Nazaret junto a Jesús y María llenaba de gozo tu corazón. Cuidabas junto con María del Niño Jesús enseñándole todo y viéndole crecer.

– Tu gozo se prolonga en los emigrantes que logran reunirse de nuevo con su familia y vivir con dignidad, con un trabajo estable y educando a sus hijos con amor.

3. Presenta tu acción de gracias y súplica a San José: Con tus palabras agradece a Dios y pídele por medio de San José por tus necesidades.

4. Reza un Padrenuestro, Ave María y Gloria.

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Tu Fe es mi Fe… 0 (0)

15. QUINTO GOZO

María y José unidos en una misma fe… sosteniéndose el uno al otro!!!

«San José, por tanto, se convirtió en el depositario singular del misterio «escondido desde siglos en Dios» (cf. Ef 3, 9), lo mismo que se convirtió María en aquel momento decisivo que el Apóstol llama «la plenitud de los tiempos»…

De este misterio divino José es, junto con María, el primer depositario. Con María —y también en relación con María— él participa en esta fase culminante de la autorrevelación de Dios en Cristo, y participa desde el primer instante. Teniendo a la vista el texto de ambos evangelistas Mateo y Lucas, se puede decir también que José es el primero en participar de la fe de la Madre de Dios, y que, haciéndolo así, sostiene a su esposa en la fe de la divina anunciación. Él es asimismo el que ha sido puesto en primer lugar por Dios en la vía de la «peregrinación de la fe», a través de la cual, María, sobre todo en el Calvario y en Pentecostés, precedió de forma eminente y singular[9]» (REDEMPTORIS CUSTOS, 5)

Texto tomado de la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA REDEMPTORIS CUSTOS DEL SUMO PONTÍFICE SAN JUAN PABLO II SOBRE LA FIGURA Y LA MISIÓN DE SAN JOSÉ EN LA VIDA DE CRISTO Y DE LA IGLESIA