Un mes más, con la ayuda de Lili Cifuentes, nos acercamos a la grandeza de lo ordinario del día a día.
Nos parece más fácil y atractivo disfrutar en los momentos especiales de la vida y rechazamos aquello que es de todos los días.
Con San José aprendemos a amar nuestra vida real, las situaciones reales y las personas reales a las que amamos y con las que convivimos, alejándonos de toda ensoñación y fantasía abrazamos la vida, las circunstancias y a los demás, tal y como son.
¡San José, ruegas por nosotros!