La confianza del pueblo en san José se resume en la expresión “Ite ad Ioseph”, que hace referencia al tiempo de hambruna en Egipto, cuando la gente le pedía pan al faraón y él les respondía: «Vayan donde José y hagan lo que él les diga» (Gn 41,55). Se trataba de José el hijo de Jacob, a quien sus hermanos vendieron por envidia (cf. Gn 37,11-28) y que —siguiendo el relato bíblico— se convirtió posteriormente en virrey de Egipto (cf. Gn 41,41-44).
Con estas palabras el papa Francisco nos invita a ir a José, fijarnos en él, en su silencio y especialmente en sus obras, es decir, en su actuar silencioso pero pronto y eficaz para escuchar la voz de Dios Padre y adelantarse a los acontecimientos en favor de Jesús y María.
Toda la vida de San José es una escuela de relación con Dios y el gozo de ser su amigo de confianza.
¡Pasa a la Acción!
Dedicar un rato de oración para contemplar la vida de José en el Evangelio de Mateo.
(De la Carta Apostólica Patris Corde, Papa Francisco)
El Papa Francisco nos dice en su Carta Apostólica Patris corde:
«Por su papel en la historia de la salvación, san José es un padre que siempre ha sido amado por el pueblo cristiano, como lo demuestra el hecho de que se le han dedicado numerosas iglesias en todo el mundo; que muchos institutos religiosos, hermandades y grupos eclesiales se inspiran en su espiritualidad y llevan su nombre; y que desde hace siglos se celebran en su honor diversas representaciones sagradas. Muchos santos y santas le tuvieron una gran devoción, entre ellos Teresa de Ávila, quien lo tomó como abogado e intercesor, encomendándose mucho a él y recibiendo todas las gracias que le pedía. Alentada por su experiencia, la santa persuadía a otros para que le fueran devotos[9]. En todos los libros de oraciones se encuentra alguna oración a san José. Invocaciones particulares que le son dirigidas todos los miércoles y especialmente durante todo el mes de marzo, tradicionalmente dedicado a él»
(De la Carta Apostólica Patris corde 1. Padre Amado)
Oración a San José que el Papa Francisco reza todos los días:
«Todos los días, durante más de cuarenta años, después de Laudes, recito una oración a san José tomada de un libro de devociones francés del siglo XIX, de la Congregación de las Religiosas de Jesús y María, que expresa devoción, confianza y un cierto reto a san José:
«Glorioso patriarca san José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan graves y difíciles que te confío, para que tengan una buena solución. Mi amado Padre, toda mi confianza está puesta en ti. Que no se diga que te haya invocado en vano y, como puedes hacer todo con Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén»».
¡Pasa a la Acción!
¿Quién es San José para ti? o ¿Qué te llama la atención de él o qué no te gusta de su vida? Te invitamos a que lo compartas en la casilla de comentarios que está al final de esta publicación. Ten en cuenta que tu comentario será totalmente anónimo, no se te pedirán datos personales ni tu correo electrónico.
También te puedes descargar en PDF la Carta Apostólica Patris Corde:
San José se enamoró de María y ese amor mutuo les llevó a desposarse. Dios Padre queriendo la salvación de toda la humanidad les propuso a los dos, cada uno a su manera, hacer de su amor esponsal, el lugar, el ambiente, el hogar en que su Hijo Amado Jesús pudiera nacer, crecer y prepararse para llevar a cabo su misión redentora.
La grandeza de San José está en su sí a los planes de Dios para con la humanidad, con María y con su matrimonio con ella y el nacimiento de Jesús. San José con su sí a Dios Padre, eleva su amor a María, a un amor de cuidado y encargo de parte de Dios de amar, proteger y promocionar a Jesús y a su esposa, al mismo tiempo que él tendría la suerte y el privilegio de ser amado por ellos, aprender de ellos convirtiendo su familia en la Casa y Escuela de la Comunión.
San José asume con toda humildad y valentía, expresar el amor de Dios Padre a Jesús y María.
Jesús, desde su más tierna infancia recibió todo el cariño, amor y protección de San José; sintió cada día su amor de padre hacía él. Jesús, como todo hijo, forjó su carácter y actitud ante la vida, del amor y ejemplo cotidiano de su madre María y de San José.
No tengamos reparo en acudir a San José y pedirle que nos lleve al Padre, es decir, que nos ayudé a experimentar el amor de Dios por nuestra vida para que nuestra fe no se quede en ideas, tradiciones y se convierta en una relación de amor como la vivió él junto a Jesús y María.
Evangelio para Meditar:
«…el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados»
(Mateo 1, 20-21)
Anton Raphael Mengs -El sueño de San José
¡Ponte en camino!
Si has leído esta meditación puede ser que estés en búsqueda, en camino o en discernimiento del sentido de tu vida. Discierne junto al Espíritu Santo y San José esas acciones concretas para que vivas como un hijo amado de Dios Padre.
Al final de cada meditación puedes compartir o comentar lo que te ha parecido. también puedes pedir oración por tus necesidades o las de ser querido, que con mucho gusto oraremos por ellas.
Cada domingo en la Eucaristía proclamamos que creemos en Dios. Y no tanto que existe, como que tiene un rostro concreto: El rostro de Padre, el que crea y sostiene la vida del ser humano y del universo «Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy» (Salmo 2, 7).
San José, como buen judío y creyente participa de esta fe en Dios como Padre, no tanto en como una idea, sino como una experiencia afectiva y efectiva de vida. Y como nos dijo el Papa Francisco en su Carta Patris Corde, con motivo del 150º Aniversario de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal: San José «Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1, 21)»
San José, nuestra fe muchas veces la fundamos en ideas sin la base solida y estable de la experiencia afectiva y emocional. Ayúdanos a sentirnos hijos amados de Dios. Enséñanos como enseñaste a Jesús en su infancia que Dios es un padre bueno y misericordioso que nos cuida, nos protege y espera la mejor de nosotros porque cree en nosotros.
Os proponemos orar con la canción: «¿Cómo puede ser?» del Album Homenaje a San José.
La Sagrada Familia unidos en el Amor de Dios. (Imagen tomada de internet)
¡Qué no vivamos como huérfanos, pues somos hijos de Dios!
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tome a este glorioso Santo (San José) por maestro y no errará el camino«
(Santa Teresa de Jesús, Libro de la Vida 6, 8)
«Con corazón de padre: así José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José»» (Carta Apostólica Patris corde, del Papa Francisco, 8 de diciembre de 2020)
El Concilio Vaticano II, no recordó acerca de Jesús, que «El Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejantes en todo a nosotros, excepto en el pecado.» (Const. Pastoral Gaudium et spes 22), y al ser el hijo de José, aprendió afectiva y efectivamente de él lo que es el amor de un padre por su hijo y el amor de un esposo por su esposa, al contemplar a diario el amor de José por María.
San José, es sin lugar a dudas la sombra del amor de Dios Padre, como le llamó Jan Dobraczynskiv en su libro «La sombra del Padre. Historia de José de Nazaret». Por este motivo en Amigos de San José queremos empezar el año 2022 pidiéndole a San José que nos lleve al Padre.
Así como Jesús aprendió de San José lo que es el amor de un padre por su hijo, así, él nos puede enseñar el amor de Dios Padre por nuestras vidas.
San José, es el hombre de mayor confianza de Dios Padre, al confiarle el cuidado de la Virgen María y de su Hijo Jesucristo, sus dos grandes tesoros. Está es la autoridad con la que San José nos puede enseñar el amor de Dios Padre y llevarnos de la mano a su encuentro.
Por eso tantos Santos y personas anónimas a lo largo de la historia, al descubrir la grandeza de San José no han dudado en acogerse bajo su protección y guía.
Te invitamos a acompañarnos durante este mes de enero de 2022 de la mano de San José a descubrir o redescubrir el amor de Dios Padre por nuestras vidas, pues somos sus hijos amados en Jesús:
«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es»
En la Iglesia celebramos un año más la Fiesta de la Sagrada Familia: Jesús, María y José. Fiesta que nos recuerda que el Dios en quien creemos es Amor-Unidad y Familia.
Hoy es la oportunidad de agradecer a Dios por nuestra familia. Sí, agradecer por ella y por cada uno de sus miembros. Es verdad que ninguna familia es perfecta y podemos guardar en nuestro corazón algunas heridas y sufrimientos y nos encontremos alejados y reneguemos de ella.
Con la Fiesta de hoy el Señor nos invita a celebrar el Don de la Familia aunque no la hayamos tenido, porque siempre tendremos la posibilidad de crear una nueva familia en torno al amor y la amistad. La familia va más allá de los vínculos de la carne y la sangre.
Desde Amigos de San José os invitamos a agradecer el don de nuestras familias, reconciliarnos con ella y aprender de Jesús, María y José a ser semillas de unidad y convivencia con los que nos rodean. ¡Feliz Navidad!
Os proponemos estos enlaces que nos pueden ayudar a orar y celebrar la Fiesta de la Sagrada Familia:
Ángelus del 26 de diciembre de 2021 Papa Francisco
2. Podcast Redemptoris Custos: La Sagrada Familia, en Radio María España.
3. San José. Reflexión en el Canal Comunión del Alma de Lili Cifuentes L. Todos los derechos reservados.
Con la Carta apostólica Patris corde (Con corazón de padre), el Pontífice recuerda el 150 aniversario de la declaración de san José como Patrono de la Iglesia Universal y, con motivo de esta ocasión, a partir del 8 de diciembre de 2020 y hasta el 8 de diciembre de 2021 se celebrará un año dedicado especialmente a él.
Desde nuestro Blog nos unimos a esta iniciativa del Papa y la recibimos como una llamada a ser en el día a día Amigos de San José.
Os invitamos a escuchar el Podcast Redemptoris Custos con motivo de la Presentación del Año Santo de San José 2020-2021 con la que nos ayudan a entender un poco más a profundidad el sentido de este Año dedicado al Esposo de María y padre de Jesús.
Queremos terminar esta entrada del Blog con la Oración a San José que el Papa Francisco al final de su Carta Apostólica nos propone rezar cada día:
A él dirijamos nuestra oración:
Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María. A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza, contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros y guíanos en el camino de la vida. Concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal. Amén.
“El justo a diario se compadece y da con generosidad” (Salmo 37, 21. 26)
El Evangelista San Mateo al referirse a José los hace como un hombre justo (Mt 1, 19) y el Salmo 37 nos habla de la bondad y generosidad del justo con los demás.
Contemplemos como María y José aún siendo personas sencillas y humildes, sin riquezas y honores en su justicia compartían su pan con el hambriento, su ropa con el desnudo, en definitiva practicaban las Obras de Misericordia corporales y espirituales.
Estamos celebrando un año más el Tiempo Pascual: La Resurrección de nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos y con ello la promesa de nuestra participación en la Vida Eterna.
Hoy os proponemos contemplar como San José ha participado de la Resurrección de Cristo, su hijo al que amó y por el cual dio su vida cada día para cuidarle como un verdadero padre.