Hoy celebramos la Conversión del Apóstol Pablo. La gracia de Dios y su misericordia lograron que Pablo pasará de su individualismo a la Comunión, a ser uno con Dios y los demás.
Nos hemos acostumbrado en la vida a ser individualistas, a no necesitar de nadie… Y es precisamente esto lo que nos empobrece y hace más debiles…
La gracia de Dios nos basta para vencer nuestra debilidad y flaquezas. Pero Dios quiere que su gracia la recibamos y la activemos en comunidad, con lo otros. Su gracia es personal y compartida.