Leamos el siguiente Himno de la Liturgia de las Horas y contemplemos en él a Jesus, María y José en sus labores cotidianas en Nazareth.
La diferencia entre ellos y nosotros está en que lo ordinario y rutinario de cada día de sus vidas estaba empapado de la presencia de Dios…
Pero esta diferencia con ellos se puede cambiar en semejanza si con humildad nos ponemos en camino cada dia…
Ayer meditabamos estás palabras del profeta Isaías contemplando cómo lo vivía San José como padre de Jesús…
Hoy te invito a que pienses, medites y contemples tu existencia y te preguntes:
¿Cómo ha sido la fidelidad de Dios en la historia de tu vida?
Porque en la medida de que seas consciente y hagas experiencia personal de la fidelidad de Dios con tu vida personal, en esa medida la transmitirás y enseñaras a tus hijos y personas que te rodean…
De la mano de San José y de la Virgen María descubre o redescubre esa Historia de Amor y Salvación de Dios con tu vida, y si puedes escríbela en unas hojas, cuaderno, computadora o en tu móvil para tenerla siempre a mano y no olvidarla y para ir agregando nuevos episodios...
San José como padre de Jesús en este mundo, le enseñó la Fidelidad de Dios durante los años que vivió a su lado… Se lo enseñó con su ejemplo y con sus palabras…
Dejemos que San José nos enseñe la Fidelidad de Dios como enseñó a Jesús…
¿Eres madre o padre de familia? ¿Le enseñas a tus hijos tu fidelidad?
¡Acogete a la protección y guía de San José!
La Estrella de Belén guió a los Reyes Magos donde el Rey de los Judíos… Al llegar encontraron a un bebé recién nacido, pobre y humilde junto a sus padres.
La Estrella no les guió a un Palacio, sino a una cueva y hallaron a una pobre y humilde familia cuya única riqueza y realeza era su Amor y Confianza en Dios.
Seguir nuestra Estrella lo más seguro es que no nos lleve a las riquezas materiales y honores de este mundo, pero si a descubrir otra riqueza y otra realeza: La del Amor que vivían María y José por Jesús y entre ellos cada día de sus vidas…
Mañana celebraremos un año más la Fiesta de la Adoración de los Reyes Magos a Jesús.
Estos tres hombres vieron salir una estrella especial y se pusieron en camino…
Y al final de su viaje se encontraron con Dios hecho niño…
Sigue tú también esa estrella que brilla en tu interior, que te llama, que te inquieta; se fiel a eso que te pide aunque sea poco o te parezca absurdo porque esa estrella te llevará al encuentro con Dios y contigo mismo…
La vida no se trata de propósitos más o menos buenos… En la vida necesitamos un PROPÓSITO que enfoque todo nuestro ser… El propósito de San José es Jesús y María…
¿Cuál es tu propósito en la vida? ¿Qué enfoca cada día tu mente, corazón y fuerzas?
Leamos este escrito del Apóstol San Pablo en la Carta a los Filipenses en boca de San José y deja que te inspiré, te sugiera y ayude a enfocar tu vida en un propósito:
Fijándonos en San José aprendamos a centrar todas las fuerzas de nuestra mente y corazón en vivir el presente. No nos dispersemos quedándonos en el pasado o pensando y soñando con un futuro incierto.
El día a día vivido con intensidad centrados en las personas de nuestro alrededor y en nuestra labor cotidiana como sembrador de esperanza que en su momento cosechará el fruto de su esfuerzo y dedicación.
Nuestro Señor Jesucristo aprendió en los largos años de su vida oculta viendo a su madre María y a San José cómo vivían el día a día y por eso nos aconseja esto como un buen amigo:
«Así que no os preocupéis por el día de mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene su afán.». (Evangelio según San Mateo 6, 34)
Según la tradición judía desde Moisés el padre de familia debía bendecir su hogar invocando la protección, la guía y el favor de Dios.
San José como fiel hijo de Israel cumplía con su deber y Bendecía a su familia: Jesús y María con las mismas palabras que Dios mismo le mandó a Moisés.
Os invitamos para que en este primer día del año bendigas a tu familia como lo hacía San José:
Cada año celebramos en los días Navidad la Fiesta de la Sagrada Familia. Compartimos esta reflexión del Papa Pablo VI desde Nazaret. Esperamos que os ayude a reconocer que el mayor tesoro de la vida es la Familia.
