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Sobre la Experiencia del Espíritu Santo
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San José: el hombre del silencio fecundo
Si algo define el mundo en el que vivimos es el ruido. Sí, vivimos rodeados de demasiado ruido y por eso no estamos centrados en los objetivos de nuestra vida.
Ese ruido no es sólo música, o las máquinas… Ese ruido es también la publicidad, internet, las redes sociales, etcétera…
También está el ruido de esas voces interiores con las que nos desanimamos a nosotros mismos y nos paralizamos…
En el silencio nos encontramos a nosotros mismos, nos activamos y nos enfocamos en la consecución de las metas de nuestra vida.
En el silencio nos encontramos con Dios, el sentido primero y último de nuestra existencia.
San José enséñanos a amar el silencio. Ese silencio fecundo que impulsa nuestra vida.
La vida no se trata de propósitos más o menos buenos… En la vida necesitamos un PROPÓSITO que enfoque todo nuestro ser… El propósito de San José es Jesús y María…
¿Cuál es tu propósito en la vida? ¿Qué enfoca cada día tu mente, corazón y fuerzas?
Leamos este escrito del Apóstol San Pablo en la Carta a los Filipenses en boca de San José y deja que te inspiré, te sugiera y ayude a enfocar tu vida en un propósito:
(Concilio Vaticani II, Const. Past. GAUDIUM ET SPES sobre la Iglesia en el mundo actual I, 10)